La combinación de acciones, bonos y activos alternativos es fundamental para crear porfolios robustos, según la opinión de los especialistas financieros. Este enfoque diversificado permite mitigar riesgos y mejorar el rendimiento a largo plazo.
Los expertos subrayan que, en un entorno económico incierto, es recomendable que los inversores evalúen diferentes clases de activos para optimizar sus inversiones. La inclusión de bonos puede ofrecer estabilidad, mientras que los activos alternativos aportan una capa adicional de diversificación.
Por lo tanto, los inversores deben considerar no solo la cantidad de acciones en su cartera, sino también cómo equilibrar estas con otros activos para lograr un rendimiento sostenido. La planificación adecuada y el asesoramiento profesional son claves en este proceso.