Larry Page ha visto duplicar su fortuna en 2025, alcanzando más de 250.000 millones de dólares, gracias al notable rendimiento de Alphabet. Desde abril, su patrimonio ha crecido significativamente, colocándolo entre las principales fortunas globales, en competencia con figuras como Jeff Bezos y Larry Ellison.
A pesar de solo poseer el 3% de Alphabet, Page ejerce un control mayoritario sobre los derechos de voto, junto a su cofundador Sergey Brin. Su enfoque de inversión se centra en tecnologías emergentes, tales como la inteligencia artificial, la aviación autónoma y la salud digital, buscando impulsar proyectos que son considerados fundamentales para la próxima revolución tecnológica.
Page, quien dejó su puesto como consejero delegado de Alphabet en 2019, mantiene un perfil público bajo, a pesar de su influencia en Silicon Valley. Su estrategia de diversificación incluye la creación de un ecosistema patrimonial discreto, en el que se combinan inversiones, fundaciones y activos inmobiliarios exclusivos, evitando propiedades que puedan atraer atención no deseada.